En otoño (y primavera), cuando las temperaturas cambian, la tiroides tiene que trabajar más duro, y las personas con problemas de tiroides pueden experimentar cambios de humor y falta de energía durante algunas semanas en estas épocas. Las hormonas tiroideas necesitan aproximadamente siete días, que es su vida media, para ajustar el metabolismo a los cambios de temperatura.
Sin embargo, cuando las temperaturas varían mucho de un día a otro, la tiroides puede tener dificultades para adaptarse a las condiciones externas. Esto puede afectar negativamente el estado de ánimo, la temperatura corporal, los niveles de energía e incluso el sistema inmunitario. Es importante que la tiroides cuente con cantidades suficientes de los nutrientes adecuados para funcionar de manera óptima: selenio, zinc, cobre, manganeso, L-tirosina, yodo, vitamina C y vitamina B6.
Un buen multivitamínico puede ayudar a proporcionar la mayoría de estos nutrientes. También puede ser importante un apoyo adicional con yodo. Chris Kresser, que trabaja en medicina integrativa en Estados Unidos y ha escrito mucho sobre el hipotiroidismo, señala que el 80 % de sus pacientes con hipotiroidismo tienen deficiencia de yodo. El Dr. David Brownstein afirma que, tras examinar a más de 500 pacientes, descubrió que el 94,7 % de ellos tenía deficiencia de yodo.
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